La Osteopatía utiliza un conjunto de técnicas manuales para aliviar numerosas dolencias (orgánicas, estructurales, vasculares…) mediante la búsqueda de la recuperación del equilibrio, entendiendo que el cuerpo es capaz de elaborar sus propios remedios contra las enfermedades. Su nombre en griego significa hueso (osteon) y patología (pathos), es decir patología ósea.
El concepto de lesión osteopática se define como una fijación o falta de movimiento en cualquier estructura, generalmente en las articulaciones, la cual va acompañada de dolor en la mayoría de los casos.
El objetivo de la osteopatía es devolver, mediante una o varias manipulaciones manuales, el movimiento normal de la estructura a tratar para conseguir un perfecto estado de salud. Se pueden tratar todas las articulaciones y con ello la gran mayoría de disfunciones del aparato locomotor con bastante éxito. Por ejemplo, las que cursan con dolor como: ciática, lumbalgia, tortícolis, pinzamientos, etc., o las desviaciones de columna vertebral como la escoliosis.
Existen diversas técnicas para conseguir la normalización del paciente como: técnicas de osteopatía estructural, técnicas de osteopatía visceral o técnicas de osteopatía craneal.