La importancia de gestionar el estrés

El día a día, nos obliga a gestionar una cantidad desbordante de actividades, y retos, que en muchas ocasiones nos superan. Y ante tal ola de proyectos personales y profesionales, las consecuencias son un cúmulo de estrés que se traduce en sintomatologías variadas, tales como migrañas o cefaleas intensas, insomnio, palpitaciones o síntomas asociados a la ansiedad, perdida o ganancia de peso, dolores cronificados en el tiempo, y muchos otros síntomas que hacen que nuestra vida cotidiana sea agotadora, pudiendo llevar a desarrollar problemas más serios de salud, de carácter tanto cardiovascular, como endocrinos, o psicológicos.
En este post pretendemos darte algunos consejos para que mejores tu salud, y reduzcas tu estrés, lo máximos posible.
– Elimina el azúcar de tu dieta, porque realmente, no te están aportando nada, y te esta quitando mucho. Genera sobrepeso, hipertensión, diabetes, problemas hepáticos , ansiedad y dependencia. En niños, se lo relaciona con la hiperactividad y el deficit de atención.
– Mantén una buena higiene del sueño. Dormir es importante para poder
restaurar las funciones psicológicas y físicas. Para inducir al sueño, lo mejor, es evitar
ver televisión, o conectarse a móviles, o tablets, pues estas envían muchos estímulos al cerebro activándolo, en lugar de relajarlo. Por ello, es aconsejable, no solo acostarse cuando notemos que estamos cansados, sino, que también, hacerlo en un ambiente relajado, y sin ruidos ni molestias externas. Puedes leer un libro, meditar o realizar ejercicios de respiración como coadyuvante.
– Evita procrastinar. No evites tareas cotidianas, laborales , personales , como recoger la
mesa, o hacer algo del trabajo, hacer ejercicio, son algunos ejemplos ,que
posponemos por falta de ganas. Esto se convierte en algo peor, pues es el pez que se
muerde la cola. Nos mortificamos por esos platos que hemos dejado acumularse, cuando recogerlos solo son 10 minutos de tu tiempo, pero el ya lo haré, lo que provoca es que cada vez que pasemos ante ellos, nos sintamos mal. Si ese es tu caso, comienza por pequeños logros. Empieza por recoger esos platos cada día, y poco a poco, añade otras tareas, en poco tiempo, conseguirás reducir el estrés que te provocan y las realizaras automáticamente.
-Realiza ejercicio físico. No es necesario que realices un maratón. Empieza con ejercicios sencillos, y ves añadiendo rutinas, conforme vayas ganando fuerza física. La motivación debe cultivarse. Sino eres muy de gimnasios, o de actividades dirigidas, puedes comenzar por paseos. Se recomienda realizar unos 150 minutos semanales. El ejercicio genera endorfinas que nos generan buen humor y reducen el estrés.
-Respira, respira y respira. En esos momentos , cuando notes que te sobrepasa el día, para. Dedica unos minutos a respirar, y a pensar una estrategia para llevar a cabo aquello que estés realizando, y si son muchas tareas, quizá sea necesario, dejar algunas para otro momento, y etiquetar mentalmente, las urgentes con aquellas, que podemos realizar en otro momento. Es importante, aprender a autolimitarse.
-Medita.Dedica 5 minutos de tu día a sentarte en silencio, y reconectar contigo mismo. Un ejercicio muy interesante, y donde podéis medir vuestro nivel de estrés, consiste en sentarse y respirar profundamente, durante unos minutos. Muchas personas, comienzan el ejercicio, y sienten un nerviosismo insoportable. Este sentimiento equivale a un nivel muy alto.Sus mentes y sus cuerpos les dicen que no deben parar. Es importante, continuar respirando, hasta que baje la intensidad. Si eres de estas personas, puedes comenzar poniendo una marcha atrás, de un minuto, y coger aire por la nariz y soltarlo por la boca, durante este periodo tan corto, hasta que suene la alarma. Cuando te acostumbre, y vayas concentrándote más en la respiración que en el tiempo, puedes ir añadiendo minutos.
-Reduce la cafeína. La cafeína en exceso provoca nerviosismo, y nos mantiene en un estado de alerta. Así que si tus niveles de estrés son altos, reducir la ingesta de teína y cafeína, te ayudaran a mantenerlo a raya.
-Vive el momento. Porque la vida no se puede programar al minuto, y no podemos vivir pensando en que pasará si mañana llueve o si el tren no llega, o si el coche, lo mismo se estropea. Intentar anticipar cada acontecimiento, nos vuelve nerviosos, ansiosos y nos provoca un gran aumento del estrés.
-Se amable contigo mismo. No te mortifiques con un «mea culpa» a cada cosa que ocurra a tu alrededor, no te refieras a ti mismo con palabras negativas como «que torpe soy, o que tonta, o estoy gordo, o me queda mal, estoy fea, soy un inútil, etc.» Y no dejes que nadie las use contigo. No existe nadie sin defectos, con lo cual date un respiro, y mira, y mirate con otros ojos.

Y, ¿que podemos hacer nosotros por tu estrés?

Técnicas como la osteopatía sacro-craneal en la que trabajamos a través de las fascias, y los micromovimientos de los huesos craneales y el liquido cefaleo-raquideo, conseguimos un reequilibrio, y tratar problemas de ansiedad, insomnio o cefaleas, entre otras. Además, al ser una técnica suave, y completamente segura, que se realiza en un ambiente de máxima relajación, reduce el estrés de forma significativa.
La reflexologia podal, a través, del estimulo de diferentes puntos en la planta del pie, lleva a las personas a un estado de relajación, lo que la convierte en un gran remedio anti-estrés
Por otra parte, existen muchos estudios sobre los beneficios de la acupuntura tratando diferentes tipos de estrés. Diríamos que la acupuntura junto a la dietoterapia y a la fitoterapia, produce un gran beneficio a las personas que la padecen.
Dentro de la fitoterapia china existen diferentes fórmulas naturales que sirven de coadyuvante en las terapias, y que contienen extractos de plantas, como por ejemplo, FU LING (poria cocos), que sirven para equilibrar y calmar al Shen ( la mente).

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