La cervicalgia se ha convertido en una de las dolencias más extendidas entre la población actual. Llamamos cervicalgia al dolor que sentimos en el cuello, desde la zona occipital hasta la séptima vértebra de nuestra columna. Podemos sentir este intenso dolor, muy a menudo, junto con otras sintomatologías secundarias debidas a la rigidez muscular y articular, como puede ser una intensa migraña, dolor mandibular, hormigueos, mareos, nauseas, y falta de fuerza en las extremidades de los brazos y manos, entre otros.
Suele deberse a una sobrecarga física o emocional que afecta a los músculos y tendones, a una rectificación de la columna cervical debida a accidentes como puede ser un latigazo cervical, o al propio deterioro por desgaste mecánico , que puede dar lugar a diversas lesiones tales como una hernia discal, un pinzamiento, o un osteofito , por ejemplo. En raras ocasiones puede deberse a un problema mayor, derivado de una disfunción neurológica.
En la mayoría de caso, este dolor en la región cervical se debe a una inflamación muscular o a una degeneración articular de las vértebras, o de sus tejidos blandos, entre las que hallamos las siguientes causas:
- Lesión vertebral: artrosis, espondilosis, espondilitis, hernia discal,…
- Lesión de los tejidos blandos: torticolis, latigazo cervical, síndrome del escálenlo anterior,…
- Mantener una mala postura del cuello
- En 1 % la causa puede ser por un problema neurológico grave
Según la MTC las causas más comunes son la invasión de Xie Qi externos ( factores como el viento o frio pueden invadir el cuerpo y provocar un dolor punzante y súbito ), dormir en una mala postura, un traumatismo, o sobreesfuerzo, la constitución débil, que hace que el Qi y la Xue no puedan nutrir a los músculos y tendones correctamente, y den lugar al dolor y la rigidez, o el estancamiento de QI y XUE por una factor emocional como el estrés , o la depresión que bloquean el Qi de hígado y provocan síntomas como el dolor y rigidez en la columna cervical.
Aunque el tratamiento se basa en la causa de cada paciente, los tratamientos más efectivos son los siguientes:
- Acupuntura
- Quiromasaje o Tuina
- Tratamiento del ATM
- Calor
- Fitoterapia
- Osteopatia y Quiropraxia
- Estiramientos
- Reeducación postural
Con el tratamiento adecuado mejoramos el estado de nuestro cuerpo y le devolvemos el equilibrio natural.